miércoles, 14 de abril de 2010

En esta ocacion trataremso el tema de los decimo años que si bien nos corresponde repasar toda al historia universal, quize hacerlo desde la perspectiva de la periferia, mesclando africa con costa rica, a fin de comprender los procesos de apropiacion.
empezamos con la animalistica, si bien la naturaleza es una fuente inagotable de inspiracion para la creacion humana, los animales han permitido, por su cualidad comunicativa, tomarseles como protagosnistas tanto en la literatura, como en la plastica y al musica a lo largo de la historia.
en muchas ocaciones se han mesclado caracteristicas humanas con animales permitiendo exlatar o transformar la personalidad y fisico de los protagosnistas
en costa rica poseemos ejemplos de esto en tres leyendas: la cegua, el cadejo y el micomalo:
de la cegua se habla mas o menos asi:

Los hombres trasnochadores y borrachos tenemos más probabilidad de topárnosla cuando venimos de la cantina pasando por trillos y cafetales.

Bella como el girasol, de curvas pronunciadas y grandes bustos, piernas torneadas como bizcocho de maíz, su cara por mi borrachera no se notaba muy bien.

Al pasar junto a ella en mi caballo a las 11 de la noche, me pidió fuego para encender un cigarro, de inmediato saqué mis fósforos y al encender, miré su cara de yegua, con sus grandes dientes y sus ojos rojos y endemoniados, caí desmayado sobre mi caballo y duré 4 días con la lengua trabada.

¡CLARO MUCHACHO ERA LA SEGUA!

www.guiascostarica.com/mitos/mitos09.htm

sin embargo ahora se ha contextualizado hubiacando un auto en lugar de caballo y llegando incluso a dar testimonio en las comisarias de los pueblos.

del cadejo se menciona lo siguiente:

Espeluznante y fantástico animal que la gente supersticiosa lo señala como un enorme perro, de ojos encendidos, de pelo muy largo y enmarañado, que desde tempranas horas de la noche salía a asustar a las personas, en especial a los que andaban en malos pasos o niños desobedientes, o a espantar caballos, gallinas y hacer otras diabluras más.

Según algunos vecinos del pueblo, era lo más tétrico y pavoroso que le podía haber sucedido a los que hubieran tenido ia mala suerte de ver a la más terrible de todas esas maléficas criaturas: el "Cadejos". Al perro negro y encantado que aparecía y desaparecía como obra de magia, arrastrando enormes e invisibles cadena? que se oían pero que no se veían, rechinando largos y puntiagudos colmillos y lanzando fuego por la boca, ojos y orejas. Las personas que tuvieron la mala suerte de verlo solían decir que era el verdadero Lucifer personificado en forma de perro.

Se cuenta también de que muchos hombres y muy valientes que se aventuraron a andar a deshoras de la noche, por las calles solitarias de San Juan del Murciélago de antaño, en más de una ocasión regresaron a sus casas "jadeando" de la carrera que les pegó el "espanto del Cadejos", con la vista casi torcida al revés, y además, todos "mojados" y "untados" por haber visto al maléfico perro negro.

Según los relatos que dan consistencia a la leyenda del Cadejos, este horrible perro negro es el resultado de una maldición. Transportándonos al pasado, veamos qué fue lo que sucedió:

Era una humilde familia; el marido solía con frecuencia emborracharse en las cantinas y, llegando a deshoras de la noche a su casa, hacía un escándalo tremendo. Sacaba la cruceta y amenazaba de muerte a todo aquel que se atreviera a ponerle la mano encima. Otras veces le pegaba salvajemente a su mujer por motivos realmente insignificantes. El hijo mayor de la familia decidió un día darle un buen susto cuando éste regresaba de sus andanzas nocturnas.

Se consiguió un cuero peludo y, cuando fue ya tarde de la noche, se dirigió hacia un punto oscuro y solitario del camino, por el cual tenía que pasar su padre de regreso a casa.

Y de veras, cuando distinguió la sombra del hombre que se acercaba, se puso el cuero peludo, luego avanzó de cuatro patas al encuentro de su padre, convertido en horrendo animal de ultratumba.

El resultado fue óptimo para el muchacho, pues su papá, al ver aquella aterradora aparición, casi le da un ataque del susto y corrió tan rápido alejándose de aquel lugar que parecía que los tantos años vividos ya no le pesaran.

La estremecedora aparición continuó sal iéndole al encuentro en el mismo paraje, cada vez que su papá regresaba de sus correrías nocturnas. Pero, a pesar de todos estos sustos, no lo hacía abandonar su mala conducta y mucho menos el vicio del licor.

Un buen día se le agotó la paciencia al hombre y dominado el miedo que aquella espeluznante aparición le producía, levantó la cruceta para disponerse a hacer un picadillo a cuchilladas al espanto, pero cuando ya iba a asestar el primer golpe mortal, escuchó !a voz de su hijo que muy temeroso le gritaba que todo había sido una broma, que lo perdonara y que no lo matara.

El padre, al constatar que aquel hijo lo había hecho objeto de burla y de tan horrenda broma, profirió una maldición al muchacho: "De cuatro patas andarás toda la vida". La maldición se cumplió y aquel hijo se convirtió en perro grande y negro, que la noche más oscura no lo es tanto con su negrura.

Esa fue la maldición por haber asustado a su padre: pasaría él a ser el Cadejos, para horror de la gente: ese perro de apariencia pavorosa, capaz de erizarle el pelo al más pintado.

Nunca se ha sabido que este espanto haya atacado a nadie. Al contrario, muchos supersticiosos aseguran que más bien suele acompañar a los solitarios caminantes para defenderlos del peligro. Aunque la tradición advierte, sin embargo , que si alguien intenta golpear a este perro en tinieblas, éste aumentará de tamaño, ligero se enfurecerá y el atrevido corre seno peligro de una agresión.

http://www.guiascostarica.com/mitos/mitos10.htm

y del micomalo, el menso popular, pero que sin embargo dentro del tema animal encaja y encontramos dos versiones:

Mono pequeño, blanco, ojos rojos, gran rabo terminado en flecha, uñas grandes y filosas, verdadero pariente del mal, decía doña Filomena Burgos vecina del alto de Santa Cruz de Turrialba.

Doña Filomena no muy afortunada en su matrimonio por sus discusiones, chismes y demás artificios de su parte llego a tener la peor vida conyugal imaginada.

"Lo manda el diablo", recalcaba para darle un escarmiento a los matrimonios que pelean mucho, llega por las noches y se le ve en el árbol alto cerca de la casa y al encontrase con los no muy afortunados cónyuges se lanza a ellos para terminar con sus vidas.

Eso nos pasó a nosotros, solo Dios con su gran amor pudo salvarnos.

"Una niña muy joven metió su "pata de banco" (parió un hijo adulterino). El padre la echó de la casa y ella dormía a escondidas, entre el bagazo del trapiche. Una noche el abuelo la encontró asfixiándose con una estola negra al cuello. En el volante del trapiche estaba arrodajado el Mico Malo, que es un león de "falda". (Hay tres clases de leones infernales: el de falda, que es desnudo de pelo, el pintado a rayas, y el coludo que tiene rabo inmenso de mico). El abuelo se quitó su escapulario y se lo puso a la chiquilla mientras rezaba "La Magnífica". La estola negra desapareció y el Mico Malo dando saltos gigantes se alejó silbando como un hombre una canción descarada. El abuelo llevó a la chica a casa de padre que la perdonó, pues parece que el Mico Malo era cómplice del seductor".

http://www.guiascostarica.com/mitos/mitos12.htm